Si estás dando tus primeros pasos en la bolsa, es probable que te hayas preguntado si conviene empezar probando con un simulador de bolsa. ¿Qué es esto?
También conocidos como cuentas demo o paper trading, un simulador de bolsa es una de las puerta de entrada para quienes recién empeza en el mundo bursátil. Es un servicio ofrecido por algunos brokers y web especializadas que te permiten invertir como si estuvieses operando en la bolsa, pero con dinero virtual y operaciones ficticias.
Para los primerizos, que nunca vieron una plataforma de trading, utilizar un simulador puede ser un buena idea. Te familiariza con los aspectos básicos de cómo colocar órdenes, los distintos tipos de órdenes disponibles (market, limit, stop, etc.), y también te ayudará a generar un método a la hora de colocar las órdenes. Nadie quiere perder dinero porque escribió mal un número o por haber comprado en vez de vendido.
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El simulador de bolsa también puede ayudarte a testear tus estrategias. Vas a saber en cuántos trades hubieses ganado dinero y en cuántos hubieses perdido. Y nada más.
Es más, practicar durante mucho tiempo con el simulador de bolsa puede ser contraproducente y generarte resultados adversos.
¿Trading sin presión?
Imaginá que sos un actor y que estuvo ensayando una obra de teatro durante todo un verano. Te sabés la letra al dedillo, y estás confiado que tu actuación será deslumbrante. Estás listo para llevarte el mundo por delante y nada ni nadie te lo va a impedir.
En la primera fila están sentados los críticos, un poco más atrás tu familia junto a otras 150 personas que están esperando que empiece la función. Tras bambalinas espiás la sala. Empezás a transpirar y a sentir la presión de dejar una buena impresión con los críticos y satisfacer a las 150 personas que pagaron una entrada para verte. Ya no estás tan seguro como antes.
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Con el trading ocurre algo similar. Cuando utilizás un simulador de bolsa no hay presión alguna. No estás poniendo en juego tus ahorros, tu dinero para retirarte o el futuro de tus hijos. Al igual que al actor, cuando pasás del simulador de bolsa a una cuenta real la percepción cambia.
Toda la seguridad que tenías a la hora de colocar órdenes de compra o venta ficticias se esfumó. Compraste tus acciones de Apple (AAPL) y el precio bajó algunos centavos. Y empiezan a surgir las dudas. ¿Habré compardo en un momento incorrecto? Voy perdiendo $100, ¿llegó la hora de vender?
De repente te das cuenta que te cuesta mantener la disciplina y la seguridad que tenías cuando estabas en el simulador. Mientras $AAPL baja un 1% — y vos ya te agarrás la cabeza — ves que las acciones de Microsoft ($MSFT) empiezan subieron un 5%. «A la mierda con mi estrategia, vendó $AAPL y compro $MSFT», pensás y empezás a transitar el camino del trader poco disciplinado e impulsivo, es decir el trader perdedor.
Operar en un simulador de bolsa no tiene mucho que ver con la realidad.
Un mundo ideal
Podés conocer cómo funcionan decenas de indicadores técnicos, saber leer balances y determinar si una empresa esta subvaluada o sobrevaluada, pero con eso no alcanza. Poder dominar el factor piscológico es quizás el desafío más importante para el trader novato. En un contexto donde tus actos no tienen consecuencias reales y el riesgo no existe, hasta la decisión más díficil se torna sencilla.
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El factor psciológico no es la única condición que deja afuera el simulador de bolsa. Cuando operamos con dinero virtual las órdenes siempre se completan. No tenemos que tener una contraparte que esté dispuesta a pagar el precio que pedimos o a entregar papeles por el precio que querés comprar. En un simulador de bolsa nunca vas a estar corriendo detrás del precio.
Otro de los aspectos que no existen en el mundo del paper trading son las comisiones ni ningún costo por operar. En el simulador de bolsa no vas a pagar una comisión por cada compra o venta. Esto también contribuye al clima de condiciones ideal, pero irreales de las cuentas virtuales.
La alternativa a la cuenta demo
Operar con una cuenta demo solo te va a dar dos certezas. Primero, que sabés lo básico sobre cómo colocar órdenes y utilizar la plataforma, si es que el broker te provee de una cuenta virutal. La otra es que no podés ganar dinero en una cuenta ficticia, es casi seguro que tampoco lo logres en el mercado real.
La alternativa a una cuenta demo. O mejor dicho, el paso siguiente después de probar durante unos días una cuenta demo, es debutar en el mercado gradualmente. Despacito. Operar un porcentaje del dinero que pensabas asignarle al mercado bursátil e ir adquiriendo confianza, mientras continúas formandote como trader.
La recomendación es habitual es comenzar con un 10% del capital que ibas a invertir y empezar de a poco. Si vas logrando buenos resultados incrementá ese porcentaje del capital gradualmente. Si no, analizá tus errores, asegurate de estar siguiendo un plan de trading, y volvelo a intentar.
Si operaste durante un tiempo con una cuenta simulada y no te está yendo tan bien, ese baldazo de agua fría será positivo. Te ayudará a debilitar tu ego y comprender que en la bolsa no siempre se gana. Será en ese momento cuando vas a empezar a entender porque el exitoso trader Ed Sekyota dijo: «Los elementos del buen trading son: Primero, cortar las perdidas, segundo, cortar las perdidas, y tercero, cortar las perdidas. Si puede seguir estas tres reglas, entonces tendrás una oportunidad.»
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