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A veces las grandes empresas atraviesan tiempos turbulentos. Disney es un caso actual. Su acción se desplomó un 60% desde los máximos de 2021.
Hay otra empresa, de esas consideradas blue chip, que no está pasando un buen momento: 3M. Los creadores de la cinta Scotch, las notas Post-it y las esponjas de cocina son inventos de la empresa con sede en Minnesota.
3M está en problemas por razones diferentes a las de Disney. Mientras que la empresa de los parques temáticos vio golpeada su facturación de distintas áreas de negocio, 3M enfrenta serios problemas legales.
Algunos de esos problemas están comenzando a allanarse.
La publicación Forbes informó el domingo que 3M había llegado a un acuerdo en el juicio que enfrentaba por la provisión de tapones de oídos defectuosos al ejército de Estados Unidos.
La historia es interesante. En el año 2000, la empresa Aearo Technologies desarrolló los tapones Combat Arms.
Cumplían las especificaciones que había solicitado el ejército de Estados Unidos para unos tapones de oídos que permitan bloquear ruidos fuertes, como explosiones o disparos, pero que permitan oír una voz.
Aearo Technologies fue proveedor de los Combat Arms entre 2003 y 2015, y fueron utilizados por cientos de miles de soldados desplegados en Irak y Afganistán.
La empresa fue adquirida por 3M en 2008, justo después del pico de soldados desplegados en Irak, pero en el momento que Estados Unidos volvió a desplegar una gran cantidad de soldados en las tierras hoy controladas nuevamente por los talibanes.
Los problemas para 3M, que continuó con la producción de los Combat Arms, comenzaron cuando los veteranos de esas guerras comenzaron a notar síntomas de daño auditivo: falta de audición y tinnitus, un zumbido constante en el oído.
Y cuando una filtración por parte de un competidor de 3M, afirmando que los tapones de oído eran defectuosos y que la empresa estaba al tanto de los problemas, salió a la luz pública, la situación se volvió aún más complicada.
Esto llevó a una serie de demandas y juicios que pusieron a 3M en una posición delicada, tanto legal como financieramente.
Las perspectivas no eran buenas. Antes de la gran demanda que parece haberse desactivado en Florida, firmada por más de 200.000 damnificados, 3M había perdido 10 de 16 casos menores, con un impacto de US$265 millones.
Los US$5.500 millones del acuerdo, a pagar en cuotas durante cinco años, no son una gran amenaza para la estabilidad de 3M, sin embargo no es el único problema judicial que enfrenta.
Los PFAS son sustancias químicas que 3M produce hace más de 70 años. Es una de las mayores productoras. Estos químicos se utilizan en superficies anti-adherentes como el teflon, espuma contra incendios y revestimientos.
Durante décadas, 3M vertió millones de litros de estos químicos al agua, aire y suelo, contaminando personas, animales y napas de agua. Una catástrofe.
Ahora enfrenta demandas de Estados, municipios, bomberos, consumidores de envases de plástico, productos antiadherentes, cosméticos y artículos de limpieza.
Recientemente, 3M también llegó a un acuerdo con algunos municipios de Estados Unidos por la contaminación de agua con PFAS por la suma de US$10.300 millones, a pagar en un lapso de 10 años.
La incertidumbre en torno a 3M hoy se enfoca en el resto de los damnificados por los químicos de uso industrial. En 2025 la compañía dejará de utilizar PFAS en sus productos, lo que se calcula en un costo de US$2.300 millones.
3M es una empresa que está atravesando problemas por conductas irresponsables, y que puede llegar a tener que desprenderse de activos poco rentables para equilibrar la compañía.
La empresa cotiza a US$98,95. En promedio, los analistas valúan la acción en US$115 dólares, siendo US$161 la valuación más alta. La acción de 3M viene de dos caídas del 55%, en el medio una recuperación del 82%.
Cuando una empresa atraviesa momentos malos, los precios a los que cotiza su acción suelen tornarse interesantes ¿Alcanzarán estos acuerdos a los que llegó 3M para revertir la tendencia negativa?