10 lecciones japonesas para inversores
Nuestro nombre Ichimoku Fiboancci es un 50% japonés. Ichimoku es la forma corta en la que se conoce el sistema de trading Ichimoku Kinko Hyo, utilizado para medir el momentum de un activo y delimitar áreas de soporte y resistencia a la hora del análisis de precios de activos financieros.
Haciendo honor a la herencia japonesa que tiene nuestro nombre se nos ocurrió buscar conceptos de la filosofía milenaria de la isla del pacífico que se caracteriza por su enfoque en la simplicidad, la armonía y el equilibrio y aplicarlo al mundo de las inversiones.
Vayamos a descubrirlos
En el contexto de las inversiones, debemos buscar formas constantes y graduales de mejorar nuestras habilidades en la toma de decisiones y estrategias de inversión; cuestionar lo que sabemos, explorar nuevas oportunidades y adaptarnos a los cambios del entorno financiero.
Ser cuidadosos y eficientes en la asignación de nuestro capital, evitando decisiones impulsivas o gastos innecesarios. Se trata de valorar cada recurso, cada oportunidad, y usarlos de manera sabia para maximizar su potencial.
Evitá depender exclusivamente de opiniones externas. Los servicios como el de Ichimoku Fibonacci puede ayudarte en la toma de decisiones, pero, en última instancia, es fundamental que verifiques la información por ti mismo.
Los resultados pueden variar, pero sin un proceso consistente nunca llegarán. Mantené tu enfoque, pese a las fluctuaciones y desafíos del mercado. Diseñá tu proceso y haz el mayor esfuerzo por seguirlo con perseverancia.
Encontrá el equilibrio entre lo que amás, en lo que sos bueno, lo que el mundo necesita y por lo que podés obtener una compensación económica. Invertí en proyectos o empresas que estén alineados con tus valores e intereses.
El mundo de las inversiones es volátil. Aplicar el Wabi-Sabi implica adoptar una mirada a largo plazo, reconociendo que los mercados financieros son imperfectos y fluctuantes. Busca inversiones sólidas y resilientes.
Aplicá una mirada profunda para identificar oportunidades de inversión que no sean obvias a simple vista. Encontrá la belleza en las oportunidades ocultas y subvaloradas que tienen un potencial significativo a largo plazo.
Definí una visión clara y un propósito en tus inversiones. Mantené una actitud de determinación y perseverancia para superar obstáculos y tomar decisiones de inversión alineadas con tu visión y valores.
Reconocé que el proceso de inversión no tiene un final definitivo. Evitá la mentalidad de buscar resultados inmediatos y mantené una estrategia de inversión disciplinada enfocada en el crecimiento sostenible a largo plazo.
Representa el proceso de desarrollo y crecimiento personal en la gestión de tus recursos. Comenzás por seguir consejos básicos y luego evolucionás hasta convertirte en un maestro que desarrolla su propio estilo.