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Tres estrategias efectivas para la gestión del riesgo en inversiones

La gestión del riesgo en inversiones es fundamental para proteger tu capital. Aunque la búsqueda de ganancias es importante, no se debe ignorar la protección ante las pérdidas. ¿Por qué es crucial prestar atención a este aspecto? Porque aquellos que no gestionan adecuadamente el riesgo pueden acabar perdiendo todo su capital.

Existen diversas estrategias para la gestión del riesgo en inversiones, como la diversificación entre diferentes activos, sectores, regiones y tipos de instrumentos; el uso de stop loss; opciones como herramientas de cobertura; la gestión del apalancamiento; y la cobertura cambiaria, entre otros.

En este post, nos enfocaremos en una estrategia que consiste en dividir el capital disponible en varias partes y realizar la apertura de posiciones de manera escalonada. 

Esta estrategia tiene como objetivo reducir la exposición al riesgo al distribuir las inversiones a lo largo del tiempo y evitar el impacto negativo de movimientos adversos en el mercado.

¿En qué consiste esta estrategia? Supongamos que tienes un 10% de tu capital de inversión disponible. En una cartera de $100,000, esto representa $10,000 líquidos que buscan una oportunidad en el mercado. La mayoría de los inversores minoristas, una vez seleccionado el activo, colocan una orden por esos $10,000 al momento de realizar una compra.

Aunque esto a veces no presenta problemas, cuando se trata de reducir el riesgo, dividir esos $10,000 en partes para invertir en un mismo activo puede ser una excelente idea.

Esta táctica permite obtener mejores puntos de entrada, ya sea con mayor potencial de ganancia y menor riesgo, o con menor potencial de ganancia, pero una entrada más segura.

Veamos algunas de estas estrategias para la gestión del riesgo.

Promediar a la baja

El primer caso que veremos es el más conocido, pero también uno que genera confusión.

Cuando hablamos de promediar a la baja en la gestión del riesgo en inversiones, no nos referimos a comprar un activo mientras su precio cae sin ningún análisis. Este enfoque puede llevar a grandes pérdidas, especialmente si la empresa enfrenta problemas financieros, nuevos competidores o dificultades para innovar.

Si finalmente se vende por debajo del precio promedio de compra porque el activo no paró de caer, la estrategia no habrá tenido sentido.

Por eso, es clave realizar un análisis previo antes de tomar una decisión para evitar este error.

Promediar a la baja con compras escalonadas implica definir zonas de compra donde los precios son atractivos, apoyados en análisis técnicos y/o fundamentales que permitan comprar con mayor tranquilidad.

Sí, siempre existe la posibilidad de fallar, pero para eso tenemos los stop loss y la decisión de asumir pérdidas para buscar otra oportunidad.

Veamos un ejemplo. Este es un plan presentado en la edición #4 de Accionistas con Warner Bros. Discovery ($WBD). Tanto por cuestiones fundamentales como técnicas, consideramos que era una empresa atractiva para nuestro estilo de inversión.

En marzo de este año, afirmábamos:

“Desde un punto de vista técnico, WBD 1.73%↑ viene de una tendencia bajista de largo plazo y se acerca a valores históricos de soporte, donde empieza a aparecer la demanda.

Debemos diferenciar las “zonas caras” de las “zonas baratas”. Hoy la acción está en una zona de precios barata”.

El plan de acción incluyó una entrada escalonada, distribuyendo el capital en partes iguales en dos zonas de precios que en el pasado fueron soportes. Estas zonas se marcaron en el gráfico:

La primera parte de la compra se hizo en la primera zona de soporte con el 50% del tamaño de la posición. era un soporte claro, pero sin tantas validaciones como nos hubiese gustado. El precio siguió bajando. Cuando llegó a la segunda zona de soporte, casi un 15% más abajo de la primera, se desembolsó el otro 50% de la compra.

No necesariamente tiene que ser 50/50; podríamos haber comprado en la primera zona con un 30% del capital asignado y un 70% en la segunda zona.

El activo alcanzó ese soporte, lo reconoció, y rebotó al alza. Este movimiento nos nos permitió aumentar la posición y mejorar nuestro precio de entrada.

De esta manera, completamos el 100% del capital planeado para invertir, con un mejor precio de entrada (siempre con un stop loss por si el soporte no era reconocido), y ahora solo resta esperar que continúe la recuperación de la empresa.

Y en el caso de que no lo hagoa, asumiremos menores pérdidas que de haber usado todo nuestro capital asignado a esta inversión en la primera zona de soporte.

Promediar al alza

No siempre se trata de promediar a la baja. Promediar al alza permite sacrificar algo de potencial de ganancia, pero asegura una entrada más segura cuando se confirma la tendencia alcista de un activo.

Veamos el caso de 3M ($MMM):

El activo venía de una fuerte tendencia bajista y se acercaba a los precios que cotizaba a principios de siglo.

Los $70 eran un soporte/resistencia histórico, y los precios de la acción se volvían extremadamente atractivos.

Sin embargo, dado que en los dos años anteriores el precio se había desplomado casi un 60%, la baja podría haber continuado. Para mitigar el riesgo y no arriesgar todo el capital asignado a esta acción, esperar para confirmar la reversión de la tendencia hubiese sido una estrategia ganadora.

El precio, tras tocar los $70 (primera zona de compra), rebotó hasta alcanzar los $90 (+18%).

Si la acción no marcaba nuevos mínimos, estábamos ante una oportunidad de completar el 100% de nuestra posición.

En este caso, usando los retrocesos de Fibonacci, se marcó una segunda zona de compra en torno a los $80/$82.

El precio promedio de compra resultó más alto que si hubiésemos comprado todo en la zona de $70, pero lo hicimos en un momento en el que, después de mucho tiempo, el precio comenzó a marcar mínimos más altos.

Con la estrategia de promediar al alza, sacrificamos algo de potencial de ganancia, pero al aprovechar una corrección tras la subida inicial, entramos con menor riesgo.

Compra por tiempo

En este último caso, la compra escalonada por tiempo es aplicable cuando no hay una tendencia clara, y el activo oscila en un rango de precios durante semanas, meses o años. Siempre hablamos de “zonas baratas”, donde los precios son atractivos, lejos de los máximos.

En el caso de General Electric ($GE), haber implementado esta estrategia hubiese dado buenos resultados:

Durante gran parte del 2020, el precio osciló entre $30 y $35, volviendo repetidamente a $30. Un inversor que buscaba anticipar la explosión del precio y que invirtió el 100% del capital asignado en la primera compra, habría visto cómo su inversión no generaba rendimientos significativos durante meses.

Sin embargo, un inversor que optó por promediar su entrada en el tiempo, dividiendo su capital en compras periódicas (por ejemplo, un 20% cada mes durante cinco meses), habría acumulado una posición a lo largo de varios meses en este rango lateral. Así, su costo promedio de compra se mantuvo cerca de la zona de $30, sin verse afectado por las fluctuaciones a corto plazo.

Cuando el precio finalmente rompió al alza superando los $35, el inversor que promedió en el tiempo pudo beneficiarse de la apreciación del activo con un menor riesgo, ya que no comprometió todo su capital en un solo punto de entrada.

Además, al evitar predecir el momento exacto de la salida al alza, logró suavizar el impacto de la volatilidad y participar en la recuperación de la acción de manera gradual.

En este caso, la estrategia de promediar por tiempo permitió al inversor entrar en un activo en una zona de precios atractiva, maximizando sus oportunidades de ganancia cuando finalmente se produjo la ruptura del rango.

Conclusión

En estos ejemplos, la implementación de estrategias de gestión del riesgo en inversiones nos permitió obtener entradas con menor riesgo al realizar compras a precios más atractivos. Estas entradas se realizaron en momentos clave, como la confirmación de una tendencia alcista, el reconocimiento de un soporte sólido, o cuando el activo salió de una fase de acumulación.

Al aprovechar estos puntos óptimos para comprar, se maximiza el potencial de ganancias mientras se minimizan las exposiciones a pérdidas.

Además, en el caso de que los precios se hubieran movido en sentido contrario al esperado, estas estrategias de gestión del riesgo habrían facilitado el cierre de las posiciones con menores pérdidas.

La capacidad de ajustar las posiciones y aplicar medidas preventivas asegura que las pérdidas sean contenidas y tengan menor impacto el capital total invertido. Al implementar estas tácticas, los inversores pueden mantener un control más riguroso sobre el riesgo y optimizar sus resultados a largo plazo.

28/08/2024
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